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A mucha gente le gusta ver en los cuadros lo que también le gustaría ver en la realidad. Se trata de una preferencia perfectamente comprensible. A todos nos atrae lo bello en la naturaleza y agradecemos a los artistas que lo recojan en sus obras. Esos mismos artistas no nos censurarían por nuestros gustos. Cuando el gran artista flamenco Rubens dibujó a su hijo, estaba orgulloso de sus agradables facciones y deseaba que también nosotros admiráramos al pequeño. Pero esta inclinación a los temas bonitos y atractivos puede convertirse en nociva si nos conduce a rechazar obras que representan asuntos menos agradables. El gran pintor alemán Alberto Durero seguramente dibujó a su madre con tanta devoción y cariño como Rubens a su hijo. Su verista estudio de la vejez y la decrepitud puede producirnos tan viva impresión que nos haga apartar los ojos de él y, sin embargo, si reaccionamos contra esta primera aversión, quedaremos recompensados con creces, pues el dibujo de Durero, en su tremenda sinceridad, es una gran obra. En efecto, de pronto descubrimos que la hermosura de un cuadro no reside realmente en la belleza de su tema. No sé si los golfillos que el pintor español Murillo se complacía en pintar eran estrictamente bellos o no, pero tal como fueron pintados por él, poseen desde luego gran encanto. 

_{Tomado de: Gombrich, E. H. (2003). La historia del arte. Madrid: Random House Mondadori.} 

¿Cuál de los siguientes enunciados expresa un juicio de valor presente en el texto?

✅ Respuesta correcta: C. La representación de la belleza en el arte.

🧠 ¿Por qué esta es la opción correcta?

La opción C representa con precisión el juicio de valor central que sostiene el texto: el autor reflexiona y valora cómo se representa la belleza en el arte, ya sea a través de figuras objetivamente agradables (como el hijo de Rubens), o de representaciones más crudas y realistas (como el retrato de la madre de Durero).

El texto no solo describe hechos, sino que emite opiniones valorativas sobre las diferentes formas de representar la belleza, como se observa en frases como:

🖼️ “...si reaccionamos contra esta primera aversión, quedaremos recompensados con creces, pues el dibujo de Durero, en su tremenda sinceridad, es una gran obra.”

🎨 “...descubrimos que la hermosura de un cuadro no reside realmente en la belleza de su tema.”

Esto evidencia que el autor no solo informa, sino que valora la belleza más allá de lo superficial, reconociendo el encanto y valor artístico incluso en lo feo o realista. Por tanto, el juicio de valor que subyace en el texto está directamente relacionado con cómo se representa y se aprecia la belleza en el arte, tal como sugiere la opción C.

❌ ¿Por qué no son correctas las demás opciones?

• A. “En defensa del mal gusto en el arte”
  🔴 El texto no defiende el mal gusto, sino que invita a apreciar lo que inicialmente podría parecernos desagradable, reconociendo su valor artístico. No usa ese enfoque provocador o irónico.

• B. “El arte como modelo de la realidad”
  🔴 Aunque se habla de cómo algunos artistas reflejan la realidad, el juicio de valor no se enfoca en que el arte deba ser un “modelo” de la realidad, sino en cómo se representa la belleza, tanto idealizada como cruda.

• D. “Rubens, Durero y Murillo: el arte de la pintura”
  🔴 Esta opción se limita a enunciar los nombres de los artistas mencionados, sin capturar el juicio valorativo del texto. Es simplemente un título temático, no un juicio de valor.

✨ Conclusión:

El texto analiza cómo se representa la belleza en el arte, ya sea de forma idealizada o realista, y emite un juicio positivo sobre ambas perspectivas cuando están bien logradas. Por eso, la opción C es la que mejor expresa el juicio de valor presente en el texto.