La coevolución ocurre cuando dos o más especies se encuentran estrechamente relacionadas, lo que provoca la generación de cambios evolutivos en paralelo. En otras palabras, un cambio evolutivo en una de las especies involucradas influye para provocar un cambio evolutivo en la otra especie y viceversa. Las interacciones que con más frecuencia dan origen a la coevolución son: El mutualismo (interacción ecológica en la que las dos especies se benefician) y la depredación (cazador- presa).

De las parejas de especies anteriores, ¿cuáles podrían ser casos de coevolución?

La coevolución ocurre cuando dos o más especies están tan estrechamente relacionadas que sus cambios evolutivos se influyen mutuamente. Esto significa que cuando una especie cambia, la otra también cambia en respuesta. Las interacciones más comunes que dan lugar a la coevolución son el mutualismo (donde ambas especies se benefician) y la depredación (cazador-presa).

Entonces:

Insecto polinizador y flor: Los insectos polinizadores, como las abejas, obtienen néctar de las flores, mientras que las flores se benefician al ser polinizadas, lo que les permite reproducirse. Esta es una relación de mutualismo.

Oso polar y oso pardo: Ambos son carnívoros, pero no tienen una relación de coevolución directa. No dependen el uno del otro para sobrevivir.

Rinoceronte e hipopótamo: Ambos son herbívoros y pueden compartir hábitats similares, pero no tienen una relación de coevolución directa como la que se ve en el mutualismo o la depredación.

Hongo y alga: Esta es una relación de mutualismo conocida como líquenes. Los hongos proporcionan un entorno protegido y humedad para las algas, mientras que las algas realizan la fotosíntesis y producen nutrientes que benefician a los hongos.

De las parejas de especies anteriores, las que podrían ser casos de coevolución son:

C. 1 y 4:

Insecto polinizador y flor (mutualismo)
Hongo y alga (mutualismo)